Ante el frío invierno, los transportistas deben empezar a tomar medidas para evitar que su carga se congele. No sólo hay que preocuparse por los líquidos. Incluso algo tan resistente como la avena es vulnerable a las bajas temperaturas.

Aunque el comienzo de la estación fría varía de un país a otro, normalmente va de octubre a marzo. Históricamente, algunas de las temperaturas más frías se han dado en el noreste, el medio oeste superior, el noroeste del Pacífico y Canadá, pero los ciclos meteorológicos impredecibles pueden traer temperaturas de punto de congelación en todo el país. ¿Qué puede hacer un transportista para proteger su carga de las heladas?

Para ayudarle a evitar entregar a su destino bebidas valoradas en cuarenta mil dólares en forma de cubitos de hielo, hemos elaborado una guía útil sobre los servicios de protección contra el hielo (PFF) durante la estación fría.

Conozca su carga

La mayoría de la gente no sabe que ciertos productos secos, como el café y la harina, son vulnerables a las bajas temperaturas. Ningún transportista quiere verse sorprendido por una carga congelada. Los artículos que requieren una atención especial son las bebidas, las pinturas y los productos alimentarios. Si va a enviar baterías, productos químicos, alcohol o productos farmacéuticos, asegúrese de solicitar un servicio especial porque estos artículos pueden requerir un rango de temperatura específico.

Encontrar el alojamiento adecuado

La forma más segura de proteger la carga de la congelación es en un camión frigorífico o en un remolque furgoneta equipado con un calefactor. Un frigorífico es un remolque equipado con una unidad de refrigeración que se utiliza para controlar la temperatura interna del remolque. Además, algunos conductores tienen la opción de aparcar sus remolques en un almacén con calefacción. Esta opción es estupenda cuando está disponible, especialmente para las entregas de fin de semana, cuando el conductor llega al lugar de entrega uno o dos días antes de la fecha de entrega.

Dependiendo de la temperatura exterior, los requisitos particulares de la carga y el tránsito en general, los conductores pueden optar por dejar sus camiones al ralentí para mantener los productos en una pequeña vibración y así evitar que se congelen. (Esto también ayuda a evitar que los motores de los camiones se congelen durante la noche.) También se pueden utilizar mantas térmicas y fundas para palés para proteger la carga de la congelación. El tipo de carga determinará en última instancia el tipo de protección necesaria para el envío.

Planifique su ruta

Todo transportista debe tener en cuenta la temperatura a lo largo de toda la ruta de envío, desde el origen hasta el destino. Según Weather.govno es raro que se produzcan cambios extremos de temperatura de hasta 50 grados en un solo día.

Predecir estas oscilaciones no siempre es posible, pero los conductores tienen algunas opciones. Cuando están disponibles, las cargas pueden moverse en un solo día utilizando un equipo de conductores para acortar el tiempo de exposición a los elementos. Los conductores también pueden tomar rutas en zonas de temperaturas más altas, pero esto puede añadir más kilómetros al viaje. Cuando la temperatura a lo largo de la ruta prevista es lo suficientemente fría como para afectar a la carga, los conductores pueden considerar la posibilidad de tomar una ruta alternativa.

Detalle del conocimiento de embarque

El conocimiento de embarque (BOL) establece las condiciones de servicio de cada envío. El documento incluye el origen y el destino del envío, una descripción de la mercancía y los requisitos especiales del flete. Una vez que el expedidor ha conseguido que un transportista preste servicio a la carga, en la carta de porte debe anotarse "proteger de la congelación" o "PFF" para asegurarse de que el transportista proporciona el remolque o el equipo necesarios.

Si un expedidor quiere decidir cómo proteger la carga de la congelación, la carta de porte debe comunicar estos requisitos. Algunos cargadores se sienten incómodos transportando una carga en cualquier otro medio que no sea un camión con temperatura controlada, especialmente en las regiones más frías y durante ciertas épocas del año. Los cargadores pueden exigir a los transportistas que mantengan una temperatura o rango de temperatura específico durante el tránsito. Cuanto más detallada sea la carta de porte, más probabilidades habrá de que el envío llegue a su destino tal y como esperan todas las partes.

No todos los transportistas tienen la cobertura de responsabilidad civil adecuada para la carga, así que comunique los requisitos de la carga e identifique esos servicios en el conocimiento de embarque. Enumerar el contenido de cada envío proporciona transparencia para garantizar que recibe la cobertura de responsabilidad del transportista adecuada.

Otras consideraciones sobre el frío

Los transportistas deben preparar su presupuesto para los servicios de protección contra heladas. La protección contra heladas es un servicio añadido que repercutirá en el coste del transporte de la carga. Los frigoríficos suelen tener una tarifa por milla superior a la de los remolques secos. Un transportista ofrecerá un recargo fijo o un coste por milla añadido a la línea de transporte del envío.

Si la carga llega congelada a su destino, se suele presentar una reclamación de carga. El alcance de la reclamación depende de la magnitud de los daños. Si la carta de porte entregada al transportista no especifica los requisitos de protección contra la congelación, el expedidor puede ser responsable de los daños.

Pase lo que pase, los cargadores y transportistas tienen la obligación de garantizar que los envíos lleguen a su destino intactos y sin daños. La estación fría ya está aquí, así que es hora de empezar a pensar en protegerse de las heladas.

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